Los 35 camellos

camelloEsta historia que relato a continuación tiene su origen en el libro El hombre que calculaba, de Malba Tahan, del que en breve os hablaré por aquí.

Montados en un camello en dirección a Bagdad viajan el calculista Beremiz Samir y un bagdalí. Cerca de un albergue de caravanas se encuentran con tres hombres que discuten acaloradamente sobre el reparto de una herencia.

Beremiz se interesa por el problema y le explican lo que sucede:

Somos hermanos, explica el mayor, llamado Mustafá, y a la muerte de nuestro padre hemos recibido como herencia estos 35 camellos. Según su voluntad para mí, que soy el mayor, serán la mitad de ellos, para Hamet, el hermano mediano serán la tercera parte y a Harim, el más joven, le corresponde la novena parte. Los tres aceptamos la voluntad de nuestro padre, pero no sabemos como efectuar la partición y no nos ponemos de acuerdo en el reparto. Ni la mitad de 35, ni la tercera parte ni la novena parte arrojan repartos exactos. A mí me corresponden más de 17, pero menos de 18. A Hamen más de 11 pero menos de 12 y a Harim más de 3 pero menos de 4, así que ¿cómo podemos hacer la partición?

Muy sencillo, dijo Beremiz. Yo me comprometo a hacer un reparto justo que a todos convenga. Pide al bagdalí su camello, y aunque éste se muestra muy reacio, finalmente cede. Beremiz entonces dice que va a proceder a hacer una división justa y cabal:

A ti Mustafá te corresponden la mitad de 36, esto es 18. A ti Hamet te corresponde la tercera parte, es decir 12. Por último a Harim le corresponden 4. Ninguno podéis quejaros pues todos habéis ganado con mi reparto ya que sabíais que debíais recibir algo más de 17, de 11 y de 3 respectivamente. En cualquier caso 18+12+4= 34 camellos, con lo que sobran dos. Uno, el de mi amigo bagdalí, el otro me lo llevaré yo como pago por haber resuelto ventajosamente el complicado problema de la herencia.

Los tres hermanos muestran su satisfacción y aceptan gustosos el pago del camello. ¡Sólo Allah sabe la verdad! ¡Alabado sea Allah que creo la imaginación, las matemáticas y la mujer!

 

 

8 pensamientos en “Los 35 camellos

  1. ¿Sabrías decir dónde está la clave de esta historia?

    Es sencillo.

    Lo lógico es comprobar que las tres partes en que ha de dividirse la herencia se corresponden con el total. Vamos a sumarlas:

    1/2 + 1/3 + 1/9 = 9/18 + 6/18 + 2/18 = 17/18

    Como observamos, con esas tres fracciones no se está repartiendo la totalidad de la herencia. Concretamente, de los 35 camellos se estarían repartiendo…

    35 · 17/18 = 33,055…

    Es decir 33 camellos y “poco más” (utilizando la misma expresión de Beremiz)

    ¡Lógico que en las cuentas de los tres hermanos no saliera un número de camellos “exacto”!

    Beremiz esto lo advirtió rápidamente, y dado que…

    17/18 = 34/36

    Se dió cuenta de que si añadía un camello más a los 35 que formaban la herencia, en realidad con esas particiones estaría repartiendo 34 camellos y no 36. Con lo que no solamente podría recuperar tranquilamente el camello que había añadido, sino que también podría reclamar en compensación por resolver la situación el otro camello que quedaba sin repartir.

    Con su habilidad con las matemáticas y su poder de convicción, Beremiz se había convertido en el heredero inesperado de 1/35 de la cálifa.

  2. A ver son 35 camellos. Tendría que pedir prestado su camello a Melchor para solucionarles el problema. Entonces al prestar ya habrían 36 camellos. Al mayor le corresponde la mitad, o sea 18, al medio la tercera parte, o sea 12, y al último la novena parte, o sea 4. Ahora 18+12+4= 34. 34 repartidos entre los hermanos, sobran dos. De los dos que me sobraron le devuelvo el camello a Melchor y el otro me lo dejo yo porque soy bella e inteligente. En conclusión podrían haber muchas respuestas, siempre hay más opciones.

  3. necesito ayuda que no entiendo….

    1 cual es la razon por la cual los hermanos no podian repartir la herencia

    2. porque razon logica y matematica fue posible que Berremiz se quedara con un camello

    les agradezco de corazon su ayuda.

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